Es parte de la naturaleza humana hacer cualquier actividad con la mayor eficiencia pero con el
menor esfuerzo posible. Si es de moverse de un lugar a otro, una de las primeras y principales
labores del hombre, éste empezó a domesticar animales más grandes y rápidos que él. Pero la
ambición nuestra no terminó ahí. Con las invenciones de la imprenta y las primeras máquinas
complejas permitieron los primeros planos para un vehículo creado por el hombre y con la
capacidad para moverse por sí mismo.
En 1472, durante los primeros años del Renacimiento, surgió la primera de la serie de ideas que
continuan hasta el día de hoy. El italiano Roberto Valturo inventó un aparato capaz de moverse
sólo por la fuerza del viento a través de una serie de paletas y poleas. Es obvio suponer que a
menos que existiera una ventisca este coche no sería capaz de mover algo más que su propio peso.
Una idea parecida surgió con el coche movido a vela, cuyo diseño es muy parecido a la versión
marítima.
Coche a vapor de Cugnot (1770)
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Diez años después (1482) el célebre Leonardo Da Vinci propuso un vehículo que, gracias a un
sistema de muelles, podía moverse unos cuantos metros con la ayuda de dos personas. Casi 200
años pasarían hasta que Isaac Newton ideara los primeros principios de un verdadero coche
motorizado. El inventor y físico propuso un coche a vapor, aparato que nunca pudo ver la luz.
En 1770, Joseph Cugnot tomó estas ideas, las comparó con las suyas, y las puso en práctica al
construir el primer vehículo motorizado de la historia: el fardier (llamado asi por Cugnot) a
pesar de caminar sólo hasta los irrisorios 4 km/h pudo derribar un muro porque el coche no
contaba con frenos y era muy difícil de manejar. Este auto a vapor contaba con 2 cilindros que
trabajaban directamente sobre los cigüeñales de la rueda delantera.
En 1784, James Watt inventa la biela y el cigüeñal para transformar el vaivén de un pistón en un
movimiento circular con la capacidad de hacer girar una rueda, permitiendo asi el movimiento.
En 1827, Onésiphore Pecqueur perfeccionó el fardier de Cugnot al inventar el movimiento
diferencial. En el mismo año, William Murdoch construye un coche de tres ruedas, capaz de
llevar consigo a 4 personas. El coche a vapor es el medio de transporte ideal durante la primera
parte del siglo XIX cuando se crea la línea Londres-Birmingham facilitando este invento al común
de la gente.
Pero la moda del vehículo a vapor no duraría mucho tiempo. En 1829, James inventa el embrague
para el cambio de velocidades. En 1860 Lenoir patentó el motor de explosión, o como lo que dice
a la letra: "Sistema de motor de aire dilatado por la combustión de gases encendidos mediante
electricidad". En 1862, Alphonse Beau de Rochas diseña el motor de 4 tiempos.
El fin de los motores de vapor está cerca, los motores de explosión son más económicos y
fiables. En 1866 Gottlieb Daimler inventa el primer auto hecho con este motor. En 1886 el mismo
Daimler patenta, a la letra: "Vehículos de ruedas movidas por un motor de gas o petróleo".
Tiempo después Levassor le compraría los derechos de este novedoso motor y se construyen los
primeros autos franceses de nombre Panhard-Levassor. En 1875 Siegfried Marcus construyó el
primer automóvil con un motor de combustión interna (de explosión).
SEGUNDA PARTE »
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