Cuando Mercedes Benz lanzó una serie memorable de modelos en los años cincuenta, pocos previeron
que la marca alemana fuera capaz de crear un auto tan espectacular como éste. El Mercedes Benz
300 SL fue atractivo a simple vista por la forma alada en la que se abren las puertas, de ahí
el apelativo "Alas de Gaviota", sobrenombre que acompañaría a esta obra de arte para siempre.
Este auto, de 1954, tenía un motor de seis cilindros en línea de 3 litros de 215 HP de potencia.
Con estas prestaciones, el 300 SL "Alas de Gaviota" podía correr hasta los 264 km/h, una
barbaridad si hablamos de un auto concebido hace ya cincuenta años.
Sólo se construyeron 1400 unidades de este modelo. En nuestros días, tener uno de éstos es todo
un lujo; para conseguirlo, una cantidad muy considerable de dinero si es que antes se convenció
al dueño de vender tan apreciada máquina. Sin duda, uno de los autos europeos mejor logrados del
siglo XX.