Para muchos, el mejor Ferrari construido en la década de los setenta junto con el Dino. Y es que
como pocas veces una marca de autos lanza al mercado al mismo tiempo dos automóviles que
marcarían época. En los años de los memorables Ford Mustang, Chevrolet Corvette, Maserati Bora o
el Lamborghini Miura, Ferrari no se queda atrás y lanza estos clásicos.
En el caso del Daytona (cuyo nombre técnico es el 365 GTB4), causa furor hasta el día de hoy.
Sus líneas, son el fiel reflejo del pensamiento de fines de sesenta, con un diseño que pareciera
a una curva se extendie hacia el infinito pero que corta abruptamente en la cola. Su motor, como
casi todo Ferrari de aquel tiempo era un V12 de 4390 cc de capacidad, capaz de entregar 352 HP a
7500 rpm. Sus prestaciones, menos de 6 segundos en alcanzar los 100 km/h desde cero y una
velocidad máxima de 280 km/h. Tal vez el único defecto es la poca comodidad del auto, a pesar de
ser un auto exclusivamente de calle; pero al fin y al cabo, el hecho de subirse a una Ferrari
hecha por tierra cualquier crítica.