Este es, sin duda, uno de los mejores Ferraris construidos. El primer Testarossa conocido (por
sus siglas TR), la "cabeza roja" en italiano se refiere al color rojo de la tapa de la culata
del motor. Creado en 1958 para competir con Maserati por el Campeonato de Sport Prototipos, este
monstruo disfrazado tiene un poderoso motor V12 con seis carburadores y 3.0 litros de capacidad,
capaz de dar hasta 300 HP a 7200 rpm.
Como todo superauto de competición que se nombre como tal, el 250 TR tiene tan buenas
prestaciones que se puede comparar con cualquier bólido de nuestras épocas. Puede llegar a los
270 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 6 segundos, y con sus 820 kilos de peso, manejar
este auto es una experiencia excitante. Ganó en Le Mans, Sebring, Argentina y la Targa Florio,
obteniendo el título de 1958 incluso antes de disputarse la última carrera. Hoy por hoy es una
de las joyas más preciadas de Ferrari, y con una producció ultra reducida, tenerlo en nuestras
manos es sólo producto de nuestra imaginación.