Una de las marcas de autos más tradicionales que existen hasta el día de hoy es Maserati. Un
constructor de deportivos que con el tiempo pasó a la construcción de autos en serie y a pequeña
escala, que supo mantener su prestigio con el paso de los años contra viento y marea.
Maserati Ghibli
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Los hermanos Maserati (que en total suman siete) abren la Società Anonima Officine Alfieri
Maserati en Bolonia, un 1 de diciembre de 1914 en plena disputa de la Primera Guerra Mundial, un
pequeño taller destinado a la preparación de los motores Isotta Fraschini para la competencia
local. Durante los primeros doce años se dedicaron a la preparación de motores hasta que
construyeron uno propio, el Tipo 26, con el que ganaron la Targa Florio de 1926. Un año después
dominarían el campeonato italiano a manos de Ernesto Maserati. El ganar competencias era la
mejor forma de vender automóviles y la marca de Bolonia ya había logrado ese objetivo.
En 1929 un Maserati bate el récord de velocidad en pista al poner 246.069 km/h en un tramo de
10 kilómetros. En 1930 ganan por primera vez un Gran Premio (Trípoli). Pero no sólo estos
bólidos salían victoriosos en tierra. En 1931, Conde Theo Rossi Montelera XII obtuvo el récord
de velocidad sobre agua usando un motor Maserati. En ese mismo año, lanzaban su primer GT en el
Salón de Milán.
Maserati 6CM (1936)
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La década de los treinta fue la época dorada de Maserati al lograr imponerse en cuanta carrera
disputaban. Pero la empresa en sí necesitaba expanderse, por lo que los hermanos tomaron la dura
decisión de dejar la empresa en manos de la familia Orsi en 1937. Dos años después, la fábrica
deja Bolonia y se muda a Módena, lugar donde realizan sus actividades hasta el dia de hoy. El
último triunfo de la época dorada fue el doblete en las 500 Millas de Indianápolis en 1939 y
1940, cuando la fábrica fue obligada a construir material bélico al ejército italiano durante la
Segunda Guerra Mundial. Terminada ésta, volvió a la construcción de autos de calle y sobretodo
de competencia.
Los primeros años de la historia de la Fórmula 1 tuvo a Maserati como uno de sus principales
protagonistas. En 1953, Juan Manuel Fangio logra el segundo lugar en el campeonato, al sucumbir
ante Alberto Ascari y el rival más legendario de Maserati: Ferrari. Al año siguiente, la casa de
Módena se vengó y logró el campeonato a manos del "chueco de Balcarce" con el famoso 250F. 1957
fue el último año de victoria de la marca del Tridente en competencias, al llevarse Fangio su
quinto título mundial, luego de vencer en un memorable GP de Alemania, considerado el mejor de
todos los tiempos. En el campo de los autos de calle, el A6, el auto de batalla de esos tiempos,
fue sustituido por el 3500 GT, modelo que sería el emblema de la casa hasta 1964, trayendo
revoluciones tecnológicas como el sistema de inyección de combustible o los frenos de disco.
Maserati Quattroporte IV
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Luego de retirarse de las competencias (aunque no dejó de fabricar autos de carreras) la marca
siguió lanzando grandes modelos deportivos, como el Sebring, el Mistral o el emblemático
Quattroporte (siendo además el auto más vendido de la historia de Maserati). En la Fórmula 1,
construyó motores para el team Cooper en 1966. Dos años más tarde, en 1968, Maserati se une
estratégicamente con la francesa Citroën que le compró varias acciones. Por su parte, la marca
del tridente desarrollaría un motor V6 para el Citroën SM.
En 1971, Maserati presentó el Bora, un GT con el que pensaba copar los primeros lugares del
mercado; pero la crisis del petróleo hizo que Citroën abortara sus planes con la casa italiana y
ésta fue vendida al grupo GEPI, de Alejandro De Tomaso. En 1972, se lanzó el Merak y una nueva
versión del Quattroporte. La marca sobrevivió a los cambios y en 1982 lanzó el Biturbo. Siete
años después cambia de cara y produce el Shamal, un B8 biturbo.
Maserati vuelve a cambiar de manos cuando FIAT comprara el 100% de las acciones en 1993, para
cuatro años después entregar el control de la marca a nada menos que Ferrari, su eterno rival en
las pistas durante los cincuenta. Una nueva revolución del Quattroporte, el lanzamiento del 3200
GT en 1998 y el Coupé en el 2002, le valió el relanzamiento de Maserati a una nueva era, del
cual se espera vuelva a la gloria de antaño.
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