Louis Renault nació el 15 de febrero de 1877 en París, Francia. Fue el cuarto de seis hermanos,
hijo de Alfred Renault que tenía una pequeña tienda de telas en la "Place des Victoires" en
la misma ciudad.
En una época en la que en Francia sólo se hablaba de los novedosos automóviles, Louis se enamora
de los coches al asistir al primer Salón del Automóvil de París cuando tenía apenas 12 años. A
partir de entonces, Renault empezaría una loca carrera para conocer lo máximo posible de estas
máquinas, a pesar de la absoluta desaprobación del padre. Pasaba dias enteros en el jardín
convertido en taller de su casa en Billancourt descuidando completamente sus estudios, cuyo
fruto fue, tras varios intentos fallidos, un generador de vapor del cual sacaría mucho dinero al
vendérselo a la fábrica de calderas Delaunay-Belleville.
Dejó de lado la opción de seguir estudios superiores y se dedicó por completo a trabajar en
Delaunay-Belleville, hasta que tuvo que cumplir con su servicio militar. Allí construyó un
puente desmontable que le valió la admiración de sus superiores. Terminada su estancia en los
campamentos, volvió a su taller en Billancourt decidido a hacer de sus proyectos realidades al
crear su propia empresa.
Diseñó su primer vehículo en 1898 y fue presentado con el nombre de Renault Type A. Consiguió
12 pedidos. Un año después patentó la caja de cambios del mismo, con 3 velocidades hacia
adelante y marcha atrás apareciendo el Renaut Type B con un motor de 450 cc refrigerado con aire
con una carrocería tipo coupé. Al finalizar este año, ya se habían fabricado 76 vehículos y 110
personas trabajaban en Renault Fréres.
Junto a Marcel, fundó la fábrica Renault Hermanos. Gozó de popularidad y prestigio casi de
inmediato gracias a sus numerosos éxitos en las primeras carreras realizadas en su país. Ambos
pilotaban sus vehículos, pero Marcel murió en una competencia en 1903. La empresa fue de viento
en popa hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, ya que fue obligado por el gobierno
francés a cambiar de rumbo al producir todo tipo de armamento: entre los más importantes, el
tanque Renault FT, una absoluta innovación para la industria bélica mundial.
Concluida la Gran Guerra, la fábrica volvió a la producción de automóviles, siendo el más
importante el Juvaquatre, hasta el estallido de la Segunda, en la que volvió a la fabricación de
tanques ordenado por su gobierno. Renault no soportó esta situación y se fue a los Estados
Unidos en 1939. Con la caida de Francia en 1940, Renault volvió a Francia a ver la situación de
su empresa. Los alemanes en un gesto caballeroso pero interesado, le propusieron devolverle
todas sus fábricas incautadas siempre y cambio construyera armamento para ellos. Renault no pudo
negarse y así empezaría la parte oscura de la rica historia de la marca del diamante.
Recuperada Francia por los aliados en 1944, Louis Renault fue apresado y acusado de traición a
la patria. Quizá sabiendo ya de su fatal destino, su salud se quebrantó rápidamente y murió el
24 de octubre de 1944 sin ser juzgado. En enero de 1945, Charles de Gaulle decidió nacionalizar
Renault y el nombre de la compañía pasó a denominarse Regié Nationale des Usines Renault.
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