Para muchos es el auto más hermoso construido por el hombre. Y no les falta razón...
La crisis económica de Bugatti había llegado a un punto crítico en 1934, cuando las ventas
cayeron de una forma tal que se estudiaba la posibilidad de cerrar la marca. En ese entonces, Jean
Bugatti (el hijo de Ettore, el fundador) había asumido provisionalmente la responsabilidad de la
creación de los nuevos autos. La serie 57 de Bugatti fue presentado en el Salón de París
causando sensación: el 57 C, el 57 S, y el espectacular 57 SC Atlantic, nuestra reliquia en
mención.
Aunque la producción fue muy limitada (en total todos los modelos Tipo 57 no superaron las 40 unidades),
la desesperación de los compradores permitió a Bugatti imponer exhorbitantes precios para este
auto y así salvar la empresa. Fue tal el éxito, que se dice que la envidia cegó al padre y
rompieron cualquier relación afectiva entre ellos.
El Bugatti Tipo 57 SC Atlantic Coupé tiene un motor de ocho cilindros en línea de 3257 cc de
capacidad y 16
válvulas, capaz de dar 200 HP a 5500 rpm; todo esto administrado por una caja de cambios manual
de cuatro velocidades y unos buenos frenos de tambor, que cumplía su misión de aguantar los 950
kilos de peso.
Apenas se construyeron tres unidades del 57 SC Atlantic Coupé, de los cuales se pudieron salvar dos para que el mundo
pueda apreciar su incomparable belleza.